miércoles, 28 de enero de 2009

: "No doy el golpe de Estado porque soy un hombre de Estado" Aristobulo del valle



Aristóbulo del Valle nació en Dolores, el 15 de Marzo de 1845, y falleció el 29 de Enero del año 1896. Contrajo matrimonio con Julia Tejedor, sobrina de Carlos Tejedor, contra el cual Del Valle luchó, en 1880, cuando el gobernador de la provincia de Buenos Aires se oponía tenazmente a la federalización de la Ciudad de Buenos Aires.
Al comenzar sus estudios que luego lo doctoraron en jurisprudencia conoció a su gran amigo, y soñador como él, Leandro Nicéforo Além. Con él ensayaron sus primeras armas en la política, militando en las filas autonomistas de Adolfo Alsina. Integraban el llamado federalismo porteño.
Ideológicamente Del Valle se formó bajo la influencia de su maestro, Vicente Fidel López, y la de Sarmiento. Sumado a una tendencia romántica y una información positivista característica de su tiempo: demócrata en política, constitucionalista en la esfera jurídica, y proteccionista en la economía, tuvo el mas alto concepto del Estado Nacional y luchó por su ordenamiento.
En 1870 se sanciona la ley de reforma de la Constitución, y es ungido como convencional constituyente, en donde demuestra sus grandes dotes de orador.
Participa activamente de la campaña contra la fiebre amarilla, en la asistencia de enfermos, y en 1872, es elegido Diputado Bonaerense junto a Além, Pellegrini, y Dardo Rocha. Dos años después fue nombrado Ministro de Gobierno de la Provincia, cargo que ratifica Carlos Casares al asumir la gobernación en el ´75, desde donde defiende la posición minifundista, agraria y pobladora.
Es electo Senador Nacional en 1876, cargo que ejercerá por casi quince años, y que lo lleva a ser conceptuado como el mas destacado parlamentario de su tiempo.
En 1877 Alsina pacta con Mitre, y el a la autodenominada “popular y democrática del Autonomismo” se abre del partido, fundándose el Partido Republicano; su principal mentor era del Valle.
Julio A. Roca es electo presidente en 1880, y se logra aquello por lo que tanto lucharon junto a Hipólito Yrigoyen desde el Congreso, la federalización de la ciudad de Buenos Aires. Se enfrentan fuertemente a la política oligárquica y autoritaria de Roca.
En 1886 Juárez Celman, es el nuevo presidente tras una nueva jugada del ex-presidente Roca. Del Valle se opone a la política oligárquica, continuista del gobierno anterior, sumado a una particular, opuesta a su concepción de “un fuerte Estado Nacional”. Da una lección de teoría democrática en su defensa de la opinión pública y la soberanía popular.
En 1889 comienza junto a Leandro Além y Mariano Demaría a captar voluntades para lo que sería la “Revolución del 90” , con una prédica en favor de la moralización de las prácticas electorales, de la defensa y administración estatal de los servicios públicos, de los límites que debían ponerse al ejecutivo, y de la defensa del patrimonio estatal. Além comienza a trabajar con la Juventud Cívica.
La Juventud y A. Del Valle intentan captar el apoyo de Mitre, quien se opone, y surge el mitin´ del 1 de Septiembre de1889, realizado en el “Jardín Florida”, en el que hablan Delfín Gallo, Vicente López, A. Del Valle y cierra L. Além.
Realizan graves denuncias de corrupción en el Senado, renuncia el gabinete entero, dando conjeturas sobre un manejo de fondos ilegal por parte del gobierno: se llevará a cabo el 13 de Abril de 1890 un mitin´ donde según Del Valle “...quedó organizada la Unión Cívica...”, y se elige a Além como presidente.
La conspiración culmina con la llamada “Revolución del Parque”, cuyo resultado final se aleja de lo pensado, sólo renuncia Juárez Celman, y Del Valle afirma que se derrotaba al gobierno sólo “para devolverlo al pueblo”.
Asume el vice Pellegrini, y convoca a un gabinete progresista, con Vicente López como ministro, a lo que del Valle opone una “resistencia pasiva”. Al acercarse las elecciones el candidato Cívico Mitre, pacta con Roca, el enemigo mas temible de los cívicos y sus aspiraciones. Se escinde la Unión Cívica en Nacionales (a favor) y Radicales (en contra), Del Valle no adhiere en principio a ninguna de las fracciones: creía en una unificación; Desautorizado y cuestionado, renuncia a su cargo de Senador. Es convocado a formar parte del gobierno, pero condición a su llegada a la convocatoria de Hipólito y Bernardo de Irigoyen, los tres rechazan la propuesta porque “nada es posible sin la libertad electoral”. Sus proyectos sobre este tema son ignorados, y culmina 1891 en medio del desaliento moral, y los quebrantos físicos, tras dos operaciones. Su ausencia fue total durante 1892, y hasta mediados de 1893, que el nuevo presidente Luis Sáenz Peña, lo convoca en un momento crítico de su gestión. Del Valle acepta, y arma un gabinete con Mariano Demaría, Lúcio López, y otros integrantes de la U.C.R. Presenta un programa radical de gobierno, y comienza el desarme de ejércitos provinciales para interviene las provincias, frente a la tenaz oposición de los conservadores, para reorganizarlas sobre la base del libre sufragio, objetivo compartido con los revolucionarios, los rebeldes intentan tomar el gobierno de la provincia, y del Valle, interventor, es acusado como colaborador de éstos, Sáenz Peña le niega su apoyo (también molesto porque la investigación sobre corrupción tocaba a su entorno), del Valle renuncia y con él todo su gabinete, lo aclama una multitud. Como abogado defiende a los revolucionarios.
En 1894 es elegido rector del Instituto Libre de Enseñanza Secundaria.
La última mención política de Aristóbulo del Valle antes de su muerte lo ubica colaborando con Alem, Torino, y Demaría, electos diputados, y Bernardo de Irigoyen, electo tambien senador, por la Unión Cívica Radical de Capital Federal, en la elecciones de 1995, grupo del cual se desvincula, luego, ante graves quebrantos de salud.

viernes, 16 de enero de 2009

Dr. Arturo Umberto Illia






En el 26 aniversario del fallecimiento del Dr. Arturo Umberto Illia, queremos rendir homenaje al hombre que, en cruz del eje donde se radico para ejercer su profesión de medico era llamado “el apóstol de los pobres” por su exhaustiva dedicación a los enfermos sin recursos por quienes viajaba a caballo o a pie para llevarles los remedios que él les compraba.
No solo fue un gran medico, sino también un gran político y patriota. Su incursión él la actividad política data de cuando alcanza la mayoría de edad, afiliándose a la UCR, mismo tiempo que comienza sus estudios universitarios en medio de la movilización juvenil que acompañaba la Reforma Universitaria de 1918.
Fue Senador Provincial por el Departamento de Cruz del Eje, participó activamente en la aprobación a la Ley de Reforma Agraria, Presidió la Comisión de Presupuesto y Hacienda e impulsó la construcción de las represas de Nuevo San Roque, La Viña, Cruz del Eje y Los Alazanes. También fue Vicegobernador de la provincia de Córdoba acompañando al Gobernador Santiago del Castillo.
Como presidente de la nación, promulga la Ley 16.459, del salario mínimo, vital y móvil, previa a la constitución del Consejo del Salario, integrado por representantes del Gobierno, los empresarios y los sindicatos; promovió la Ley de Abastecimiento, destinada a controlar los precios de la canasta familiar y la fijación de montos mínimos de jubilaciones y pensiones. Durante su gestión, la educación llego a tener destinado el 23% del pbi, algo inédito en la historia Argentina y que hasta la actualidad jamás volvió a tener dicho porcentual. Promulgo la Ley 16.462, también llamada “ley de medicamentos” La reglamentación de la Ley mediante el Decreto 3042/65 fijaba además la obligación para las empresas de presentar mediante declaración jurada un análisis de costos y a formalizar todos los contratos de regalías existentes. Durante su gestión El Dr. Illia jamás hizo uso de los gastos reservados, de los cuales los mandatarios hacen uso sin tener que rendir cuentas. Y a pesar de merecerlo, jamás cobro la jubilación de privilegio que les es otorgada a los presidentes.
Todo esto y mucho más engrandecen la figura de un Hombre fue, es y será sinónimo de humildad, honradez, honestidad, militancia, compromiso y patriotismo. Por eso en este día recordemos, al medico, legislador, vicegobernador y presidente. Pero sobre todo recordemos al hombre, recordemos a don Arturo Humberto Illia.


UCR
Movimiento Boina Blanca
Presidente. Raúl Rodríguez

jueves, 8 de enero de 2009

FRASES PARA RECORDAR A RICARDO BALBIN




  • "Bregar es la consigna. En eso estamos todos. Dudar es debilidad, cansarse traición. Hay que seguir. Alguna vez llegará cantando la columna de los fuertes de alma, de los leales de la libertad. No importa quien lleva entonces el palo; lo importante es la bandera"


  • Radicalismo es democracia interna; fué, es y seguirá siendo lucha contra los monopolios capitalistas, contra todas las formas de privilegio; radicalismo es reforma agraria, educación popular, acción antiimperialista y reforma universitaria; es defensa y promoción de los derechos económicos de los trabajadores; es derecho de huelga y organización gremial; es salario real y asistencia social; radicalismo es justicia y libertad en todas sus expresiones; es defensa del patrimonio y soberanía nacional...


  • El radicalismo no es una improvisación en el país, sino una consecuencia del país. Su larga historia, marca estos matices permanentes, porque es una filosofía que tiene todo lo necesario para adornar lo que se llama el estilo de vida democrático, y que además es coherente."


  • "La democracia se fortalece en la discrepancia. Las unanimidades son caminos del totalitarismo." "Sin poder distribuido no hay Estado de Derecho, porque el Estado de Derecho necesita el control y está demostrado que el poder no controlado abre los caminos de la corrupción ... Decir que la Constitución no sirvió es justificar un poder ilegítimo. Hay que decir que la Constitución sirve siempre, que a veces no la cumplen, pero no es de ella la falla. Tenemos que buscar una sociedad que la respete, partidos políticos que la definan y que cada afiliado de un partido político argentino sea un vigilante de la Constitución, para que nada la ofenda..."

  • "Para los radicales el pueblo no es algo que se mire, se valore y se proteja como exterioridad; el pueblo somos nosotros mismos, esa totalidad que sufre y sueña, que protagoniza su quehacer y su destino en cuya entraña sentimos, pensamos y vivimos, sin retacear problemas colectivos. Nunca aprendimos a trepar para contemplarlo desde arriba y dejarle caer frases tutelares, sentimientos de amparo y protección. El pueblo es para nosotros, sujeto de la contingencia creadora en cuyo nudo dramático estamos todos apretados, y no objeto de una terapéutica concebida desde observatorios, formulada desde gabinetes, engendrada, en suma, fuera de su matriz histórica. Lo que no haga el pueblo no se hará por él; lo que el pueblo no diga no se dirá por su cuenta..."

  • "Fuera de la Constitución sólo hay lugar para la aventura y la incertidumbre... El remedio de nuestra tragedia es únicamente el respeto pleno e irrestricto a la Constitución que es la expresión formal de la voluntad del pueblo, es el acuerdo fundamental de los argentinos, la síntesis de las coincidencias y el único fundamento sólido para una convivencia civilizada..."