viernes, 23 de julio de 2010

A 120 AÑOS DE LA REVOLUCION DEL 1890

La República Argentina, quedó constituida como tal, como consecuencia de la aprobación de la Constitución Nacional en el año 1853. En este sentido, luego de la reunificación del país, comienza la etapa que la historia denomina como fundacional, con tres presidentes: Mitre (1862-1868), Sarmiento (1868-1874) y Avellaneda (1874-1880). Estos mandatarios fueron los principales artífices de la construcción nacional, y tomaron las medidas necesarias para lograr sentar las bases del moderno Estado Nacional.

Entre ellas, podemos enumerar tres que son fundamentales:
a) Organizar una burocracia estatal.
b) Ocupar el territorio nacional.
c) Poblarlo mediante los alcances de la ley nacional que favorecía la Inmigración.

La Educación, fue una preocupación constante de estos presidentes, para lo cual, se trajeron maestras normales de Estado Unidos, y se construyeron gran cantidad de escuelas. Si bien en líneas generales, su actuación pública fue más que aceptable, la cuestión política se encontraba en pocas manos, y las grandes mayorías se estaban al margen de lo político, no pudiendo ejercer estos derechos.

En el año 1880, tal cual lo establece la Constitución Nacional, se debe renovar nuevamente el Presidente. El candidato es el general Roca, un militar con vasta trayectoria, como por ejemplo: participó en la batalla de Cepeda, luchó contra los caudillos del interior, tuvo un rol fundamental en la conquista del desierto. En este sentido, el general Roca logrará los apoyos necesarios en el interior (Santa Fe, Entre Ríos, La Rioja, Jujuy, Santiago del Estero) y ante esta realidad, poco le costó a la liga de gobernadores imponer su candidato, mientras en Buenos Aires, se estaban discutiendo en el final de la presidencia de Nicolás Avellaneda, un tema tan espinoso, como el de la Federalización de la ciudad, y los alzamientos de Carlos Tejedor, y sus aspiraciones de llegar a la presidencia de la Nación.

Una vez superadas estas cuestiones, Roca llega al poder, y gobernará en "Armonía Institucional", entre 1880 y 1886, Es importante destacar de su gestión, la convocatoria del Congreso Pedagógico, y la Ley 1420 de Educación igualitaria, como una herramienta para unificar el sistema de acceso a la enseñanza primaria común, haciéndola obligatoria, garantizando desde el Estado su implementación, como así también, se deben mencionar los aspectos negativos de la gestión, entre ellos, la cuestión política, no solamente es restrictiva a una elite ilustrada y oligárquica, sino que hay una maquinaria electoral fraudulenta al servicio del régimen. En este sentido, el aparato sin ningún mea culpa, cambia los resultados de las elecciones, excluye de los padrones a los posibles opositores, en definitiva, impide el libre ejercicio del derecho político de las mayorías.

En el año 1886, nuevamente se debe elegir un presidente, la maquinaria vuelve a funcionar a la perfección, el fraude y el dedo de Roca, hacen que su pariente Miguel Juárez Celman, sea investido presidente, quedando fuera de las posibilidades Dardo Rocha y Bernardo de Irigoyen entre otros. El Colegio Electoral reunido convalidó el fraude, y la formula Juárez Celman - Carlos Pellegrini, logró el voto de 168 miembros del Colegio Electoral.

La política del nuevo presidente fue profundamente liberal, y entre sus medidas podemos destacar: la privatización de las empresas públicas, y el FFCC; la aprobación de leyes que permitieron al capital extranjero comprar las empresas y el auge económico de las empresas extranjeras y de los bancos del mismo origen, la negación a un desarrollo industrial, todo ello, en un marco de despilfarro, coimas y corrupción administrativa.

Será en el año 1889, cuando la crisis económica se agudizó, producto de un brote inflacionario, a causa de la emisión sin límite, que provocó una fuerte caída de la bolsa y un pánico total entre los sectores de la economía, y de la ciudadanía en general. La lógica consecuencia de esta situación política fue la restricción del crédito, la baja de los títulos de la deuda pública, la caída de las exportaciones, en el marco de una crisis mundial, que entre otras cosas, provocó la caída de la casa bancaria Baring en Inglaterra. La situación se fue agravando, no pudiendo el Estado argentino hacer frente a la deuda pública, lo que trajo como consecuencia que el oro se fugara al extranjero, y la balanza de pagos se torne cada vez más negativa.

En medio de este despropósito político y económico, los jóvenes comienzan a reunirse en Buenos Aires, y podemos citar entre ellos a: Emilio Gouchón, José Drago, Juan B Campos, Felipe Senillosa, José Gallardo, Marcelo T de Alvear, y Alfredo Echagüe, Martín Torino, Barrotaveña. Estos organizan un mitin en el Jardín Florida, donde asisten unas 5.000 personas, y en esa reunión queda fundada la "Unión Cívica de la Juventud", que proclama según sus documentos: la participación política de las mayorías, la moral administrativa y la autonomía municipal. En el palco, se encuentran políticos de la ciudad ya no tan jóvenes como: Lucio v López, Luis Saenz Peña, Aristóbulo del Valle, Pedro Goyena, Leandro Alem, y Bartolomé Mitre.

El régimen contesta con una cena, conocida como "El banquete de los incondicionales". Al mismo, asisten unas 300 personas. Pero la contrapartida no se hará esperar y los jóvenes convocan a una nueva reunión, esta vez en "La cancha de pelota" de la calle Córdoba. El motivo es incluir en el movimiento a otros sectores de la sociedad, nace la Unión Cívica, cuyo líder indiscutido será Leandro Alem.

La crisis era insostenible, y el gobierno no accedía a establecer un espacio de diálogo, que permita evaluar un cambio político, a partir de la modificación del sistema electoral. Los militares comienzan a reunirse con los Cívicos, la posibilidad de tomar el poder por las armas está en marcha. El problema es que ante situación planteada, en la Unión Cívica, no todos piensan de la misma manera, En este sentido, Bartolomé Mitre se opone a la acción revolucionaria, y comienza a formar un grupo moderado dentro de esta nueva expresión política, entre los que se encuentra el general Campos.

El general Mitre, luego de ser homenajeado por el Congreso Nacional se marcha a Europa, como una muestra clara de su oposición a la revolución. Es en este momento, cuando Hipólito Yrigoyen se suma a la gesta revolucionaria y comienza a buscar adhesiones entre la policía y los bomberos. El Plan de Alem consiste en que también los civiles participen del levantamiento, Campos, (mitrista se opone). La revolución se transforma en realidad, y el 26 de julio de 1890 es el día elegido. El plan prevé que a la madrugada comience la acción revolucionaria con la toma del Parque Artillería, hoy Palacio de Tribunales. Si en entrar en los detalles de las aciones operativas, enumeraremos algunas causas por las que fracasó el levantamiento:

1) El movimiento sólo abarcó la ciudad de Buenos Aires, lo que permitió al régimen buscar apoyos en los cuerpos militares del interior.
2) No se tuvo la estrategia de sumar militarmente, a las ciudades de La Plata y Rosario.
3) El general Campos se opone a tomar como prisioneros a las autoridades, esto da tiempo a Pellegrini y Roca, para reorganizar la contrarrevolución.
4) El general Campos se opone a la formación de un gobierno provisorio. Este fue el problema central, el de la existencia de una conducción dual. (Alem y Campos).
5) La Proclama Revolucionaria no está firmada por los mitristas.
6) No se toman los edificios públicos políticos, ni el Congreso ni la Casa Rosada.
7) No se ataca a fondo, permitiendo al enemigo a reorganizarse, los revolucionarios prácticamente, no salen del Parque Artillería.
8) Hay permanentes contradicciones entre las órdenes que imparten Alen y Campos.
9) La revolución es defensiva, Campos toma posición y parlamenta, negocia la futura presidencia de Mitre.
10) El general Campos se apresura en capitular, afirmando que la revolución esta perdida. Pellegrini es el hombre fuerte, y quién recibe el apoyo del interior, y sucederá a Juárez Celman en la presidencia

Si bien es cierto que en el campo militar producto de las contradicciones operativas y las traiciones que tuvieron lugar en el seno de la Unión Cívica, la revolución fracasó, el presidente debió renunciar, y fue reemplazado por el vice Pellegrini. Pero es interesante rescatar, el legado ético de la misma, porque habrá luego de la revolución del 90, un antes y un después, donde "La Causa contra el Régimen", será el lema fundamental.

Lejos quedaron Mitre y sus seguidores de este paradigma ético, y es el pueblo postergado políticamente, el que acompañará a Alem y más adelante a Hipólito Yrigoyen, en la incansable lucha por el sufragio libre, de la mano de la Unión Cívica Radical y bajo dos principios fundamentales: la abstención y la revolución, como una fundamental bandera política, de los que soñaban en aquellos años conseguir para todos los compatriotas, los beneficios de la Democracia, la Igualdad, y la Soberanía Popular.

Hoy a 120 años de aquella epopeya, los dirigentes y militantes de la Unión Cívica Radical deberán reflexionar sobre los postulados y principios que sustentaron los revolucionarios en 1890, los cuales, cobran fuerza en nuestro presente, ante la necesidad de cimentar las instituciones republicanas, garantizar los derechos de los ciudadanos, y sentar las bases definitivas de una República, donde la libertad y la igualdad sean una realidad tangible, para todos los habitantes de nuestro país.

Prof. César Arrondo
Universidad Nacional de La Plata
Foro de Historiadores Radicales

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