domingo, 1 de agosto de 2010

Dr. Elpidio González, un patriarca radical


Elpidio González nació en Rosario el 1 de agosto de 1875 y era hijo del coronel Domingo González y Serafina González. Cursó sus estudios primarios y secundarios en su ciudad natal, egresando del Colegio Nacional de Rosario con el título de bachiller. Posteriormente se trasladó junto con su madre a la ciudad de Córdoba, ingresando a la Facultad de Derecho local cursando hasta el quinto año de la carrera de abogacía sin concluirla.De muy joven ingresó a las filas de la Unión Cívica Radical y su primera actuación relevante en el terreno político se produjo durante la revolución radical del 4 de febrero de 1905, comandando un pelotón revolucionario. Tras la derrota del movimiento, conoció por primera vez en su corta vida la cárcel por razones políticas.En las elecciones celebradas el 2 de abril de 1916 triunfan los candidatos radicales, Elpidio González ha sido miembro del Colegio Electoral cordobés y en esas condiciones le corresponde el honor de sufragar por el binomio Yrigoyen-Luna. También ha resultado electo diputado nacional, renuncia antes de 12 de octubre toda vez que Yrigoyen lo ha convocado para conducir la cartera de Guerra.Como ministro de Guerra desarrolla una importante labor fundamentalmente de reorganización administrativa. Reunía en su condición de ministro las facultades de Inspector General del Ejército, y además en materia de contaduría y administración dispuso que las unidades militares recibieran las raciones en especie y no el importe en efectivo del costo de las mismas, como una manera de evitar desviaciones presupuestarias.Asimismo, dispuso la reducción de gastos del ramo unificando unidades militares, lo cual motivara una interpelación de dos días en enero de 1917 en la Cámara de Diputados en la que rindió satisfactoria cuenta de lo realizado al respecto. Renunció al cargo ministerial en setiembre de 1918El Presidente Yrigoyen lo convocó para una función de alta complejidad: la Jefatura de Policía de la Capital Federal. Era enero de 1919 y asomaba una crisis de tremendas consecuencias políticas y sociales, producto de los sucesos del 4 al 7 de ese mes, y que daría en llamarse "La Semana Trágica".A fines de febrero de 1922 los convencionales nacionales de las distintas provincias fueron invitados a visitar al presidente Yrigoyen quien los recibió con gran calidez en la sede del gobierno donde escuha sus demandas y les explicita su pensamiento. Eran más de doscientos, pero el líder los recibe uno por uno y les habla del partido, de las luchas, los triunfos, las derrotas, la obra realizada y lo que aún resta por hacer...les habla de la elección y de la futura presidencia. Sus interlocutores lo escuchaban con admiración y respeto, en silencio, aguardando "la media palabra". Que no es tal, sino que es "palabra entera": "Voten a Marcelo y a Elpidio", les dijo convencido.En efecto, el 10 de marzo de 1922 se constituyó la Honorable Convención de la UCR y elige a sus nuevas autoridades: Presidente Francisco Beiró, Vicepresidentes: Ricardo Aldao y Belisario Hernández. Al día siguiente el alto cuerpo partidario retomó la sesión con el propósito de consagrar a los candidatos a Presidente y Vicepresidente de la Nación. Tal el deseo expresado por Yrigoyen, son consagrados Marcelo T. de Alvear con 139 sufragios y Elpidio González con 102 para integrar el binomio radical.Elpidio González: "Inspirándome celosamente en las virtudes del esclarecido ciudadano que hoy preside la República, cuyo ejemplo democrático me considero en la obligación moral de manifestarlo, ha de constituir la norma de mi acción".El día 2 de abril se celebraron los comicios nacionales en los que resultó triunfante la fórmula radical con 450 mil votos sobre 200 mil de la Concentración Nacional, expresión política de los conservadores.En la campaña electoral de 1945/46 Elpidio retornó a la actividad política para acompañar a la fórmula radical sostenida por la Unión Democrática integrada por José Tamborini y Enrique Mosca. Luego de la derrota sufrida frente a la candidatura del Coronel Juan D. Perón, el mítico ex ministro de Yrigoyen volvió a su silencio político.A comienzos de 1951 fue sometido a una intervención quirúrgica en el Hospital Italiano donde permaneció convaleciente durante seis meses. Era un eufemismo, no tenía dónde ir a vivir ni quién le prodigara cuidados a su edad. Allí falleció el 18 de octubre a las 4,25 hs., rodeado del afecto de su ahijado Tito Anchieri, Orozco que fuera colaborador suyo desde los tiempos de la Jefatura de Policía, Carlos Borzani e Ismael Viñas.El gobierno decretó duelo oficial por dos días. Sus restos mortales fueron velados en la sede partidaria de la U.C.R. y llevados al cementerio de la Recoleta.Su inhumación constituyó una apoteosis de su trayectoria política y su conducta civil. El féretro conteniendo sus restos mortales fue depositado en el panteón del Monumento a los Caídos en la Revolución del '90, junto a Alem e Yrigoyen.Como legado de su personalidad política y su compromiso cristiano dejó indicado en su testamento que sólo deseaba "ser enterrado con toda modestia, como corresponde a mi carácter de católico, como hijo del seráfico padre San Francisco, a cuya tercera orden pertenezco, suplico con amor de Dios la limosna del hábito franciscano como mortaja y la plegaria de todos mis hermanos en perdón de mis pecados y en sufragio de mi alma".

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